- Papi, papi, ¿Qué es la competitividad?
- Emilín, la competitividad es producir un producto al menor coste posible. ¿Dónde has oído esa palabra?
- En la tele; dicen que Europa pierde competitividad... ¿Qué quieren decir?
- Quieren decir que Europa vende más caras las cosas y por eso la gente prefiere comprárselas a otros países.
- ¿Y qué pasa entonces?
- Que las empresas europeas no venden. Y por eso tienen que echar trabajadores y bajar los salarios.
- ¡Ahhh! ¿Y por eso le has bajado tú el sueldo al jardinero?
- Sí, por eso. Y porque es un vago...
- ¿Entonces tú has perdido competitividad, papá?
- No. Yo no. El jardinero la ha perdido. Hay jardineros más baratos. Si no acepta que le baje el sueldo lo despido y contrato a otro.
- Ya. Pero si bajas el sueldo la gente tendrá menos dinero.
- Sí. ¿Y qué?
- Que si la gente tiene menos dinero no podrá comprar cosas.
- No pasa nada. Bajamos el precio de las cosas y ya pueden comprarlas.
- Si. Pero para eso tendrás que bajar los sueldos otra vez. ¿No, papá?
- Pues los bajo. No pasa nada. Lo importante es aumentar la competitividad...
- ¿Y qué pasa cuando ya no puedas bajar más los precios?
- Siempre se pueden bajar más. Son cosas que tu no entiendes hijo...
- Pero papa; habrá un momento en que los trabajadores ya no cobrarán nada. ¿Qué harán las empresas? ¿Regalarán las cosas para ser competitivas?
- ¡Qué tonterías dices hijo! Nadie regala nada, al menos nadie que quiera llegar a ser alguien en este mundo. Recuerda eso. ¡Y déjate de tonterías!
- Pero la gente se morirá de hambre...
- ¡Se acabó! ¡Emilín! ¡A tu cuarto! Eso nunca ha sido asunto nuestro. Lo nuestro es ser competitivos...
- Emilín, la competitividad es producir un producto al menor coste posible. ¿Dónde has oído esa palabra?
- En la tele; dicen que Europa pierde competitividad... ¿Qué quieren decir?
- Quieren decir que Europa vende más caras las cosas y por eso la gente prefiere comprárselas a otros países.
- ¿Y qué pasa entonces?
- Que las empresas europeas no venden. Y por eso tienen que echar trabajadores y bajar los salarios.
- ¡Ahhh! ¿Y por eso le has bajado tú el sueldo al jardinero?
- Sí, por eso. Y porque es un vago...
- ¿Entonces tú has perdido competitividad, papá?
- No. Yo no. El jardinero la ha perdido. Hay jardineros más baratos. Si no acepta que le baje el sueldo lo despido y contrato a otro.
- Ya. Pero si bajas el sueldo la gente tendrá menos dinero.
- Sí. ¿Y qué?
- Que si la gente tiene menos dinero no podrá comprar cosas.
- No pasa nada. Bajamos el precio de las cosas y ya pueden comprarlas.
- Si. Pero para eso tendrás que bajar los sueldos otra vez. ¿No, papá?
- Pues los bajo. No pasa nada. Lo importante es aumentar la competitividad...
- ¿Y qué pasa cuando ya no puedas bajar más los precios?
- Siempre se pueden bajar más. Son cosas que tu no entiendes hijo...
- Pero papa; habrá un momento en que los trabajadores ya no cobrarán nada. ¿Qué harán las empresas? ¿Regalarán las cosas para ser competitivas?
- ¡Qué tonterías dices hijo! Nadie regala nada, al menos nadie que quiera llegar a ser alguien en este mundo. Recuerda eso. ¡Y déjate de tonterías!
- Pero la gente se morirá de hambre...
- ¡Se acabó! ¡Emilín! ¡A tu cuarto! Eso nunca ha sido asunto nuestro. Lo nuestro es ser competitivos...
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